Desde el acogedor recibidor, donde se encuentran las habitaciones Adán y Candela, se accede a este baño completo que conserva los azulejos originales, aquellos que se pusieron hace 50 años al construir la casa. Ese toque nostálgico se mezcla con la comodidad de su ducha y lavabo modernos, ofreciendo un espacio donde lo antiguo y lo nuevo se abrazan con calidez.